15 de octubre de 2011

Mi yo nocturno incompatible

A lo largo de mis años de universidad comprendí, o mejor dicho comprobé, que no se rinde igual cuando duermes menos durante la noche. Da igual que compenses las horas en la siesta, es decir, que no se rinde lo mismo si duermes cinco horas por la noche y tres de siesta que si duermes por la noche de un tirón las ocho horas famosas. Pero esto en la Uni me importaba poco o nada la verdad.


Si un día tienes más sueño, pues echas menos cuenta, te quedas dormido o, simplemente, te vas a la cafetería, ya que, al final de los finales, es estudiarte lo necesario para aprobar el examen y poco más. Pero en el Máster es diferente. Aquí tienes y necesitas estar atento, ya que sabes que lo que te están contando lo vas a necesitar, y la información que te están dando, va a serte útil en tu vida profesional.

Por esto, mi yo nocturno es incompatible con mi yo estudiante aplicado. Y como solo durará un año y puede determinar donde acabe trabajando, voy a romper esta dinámica. Salvo casos excepcionales, voy a darle a la 1a.m. a apagar el portatil y a la cama. Dé más o menos vueltas en el sobre (como diría Pakito).

El problema son los días de descanso, que te levantas a las tantas y luego no hay forma de dormir a una hora decente, pero bueno, el salir menos y el levantarme temprano en fin de semana es otro propósito para cuando tenga la capacidad de dormir a horas normales durante un mes.

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