29 de octubre de 2012

Mi YO religioso: Volviendo a las andadas

Hacía bastante tiempo, tanto que tendría que tirar de archivo de fotos para acordarme, que no iba a una convivencia con "mi gente". Hacía tanto tiempo, que había olvidado lo maravillosa que es la experiencia, o más que olvidado, apartado de mi mente para hacer las temporadas sin convivencias más llevaderas.

Ayer terminamos una convi algo más corta para mí que para mis compañeros pero que aun así tengo la sensación de que ha sido completa en todos los sentidos. He disfrutado como un enano jugando con los más pequeños; me he emocionado escuchando los sueños de los más grandes; e incluso he quedado prendado de las reacciones y comentarios de muchos de los asistentes.

47 personas metidas en una convivencia dan para, al menos, 47 menciones, 47 cosas que decir, 47 momentos, 47 recuerdos..., pero voy a hacer algunas menciones especiales, sabiendo que al nombrar directamente a alguna gente estoy olvidando a otra, pero bueno, esto no deja de ser algo personal:

Mención especial a Noelia y Ainara. Cuando eran más pequeñas no dejaban de ser unas niñas muy buenas, con ganas de agradar y siempre dispuestas a lo que les mandaras pero ahora han madurado y se han convertido en adolescentes responsables que te hacen pensar que aun queda un rayo de esperanza en los jóvenes cristianos.

Mención especial a Alejando Parrufo. Si de Noe y Ainara se veía venir que algo bueno podía salir de ahí, con Parru no estaban las cosas tan claras. Si bien es cierto que cuando algo no le parece bien se enfurruña y que cuando se aburre deja de prestar atención, la verdad es que ha madurado MUCHO y que cada vez se le ve un chaval más centrado.

Mención especial a los Tsigo. Es un lujazo de dimensiones mastodónticas poder hablar de tú a tú con estos jóvenes. Ver como entienden todo lo que les quieres decir y que además te aportan ideas y pensamientos que te enriquecen.

Mención especial a Ana. Todos sabemos la capacidad que tiene para poder llevar p'alante mil cosas y que además funcionen pero, como de verdad "disfruto de Ana" es como ha estado en esta convi, en la sombra; moviendo los hilos pero sin cansar, aportando sabiduría pero delegando y, sobre todo, dejando hacer pero poniendo a cada uno en su lugar.

Por último, y en este caso el más importante, mención especialísima a Maite y María. GRACIAS. No me sale mejor palabra para describir la organización de este evento. Una pasada de los pies a la cabeza pasando por las alas del Kiwi. ¡Gracias de verdad, de corazón!

PD: ¡Gracias por la estrella Aparato!