22 de octubre de 2013

Mi YO deportista IV: Resumiendo.

En algún sitio tengo escrito en papel los posts "Mi YO deportista II y III" pero no parece que lo vaya a encontrar dentro de poco puesto que en Glasgow no lo tengo y como quiero escribir un poco lo que voy haciendo y dejando de hacer por aquí, voy a resumir mucho lo que he hecho desde ese verano de 2011 donde corría dos veces en semana como mucho y sin saber demasiado de ritmos (quien dice no saber demasiado, dice no tener mi pajolera idea).




Me fui a Madrid y coincidieron un montón de cosas que hicieron que terminara perdiendo los 8 kg que considero fue el gran detonante para que a día de hoy exista un "YO deportista". Esta cantidad de cosas me costaría contarlas y explicarlas muchos posts y sería muy aburrido para el lector no iniciado (siempre quise poner esta frase), así que las voy a poner así a lo loco de forma inconexa y el que quiera saber más que me pregunte: Internet en el móvil, conocer a Jaume y F.H., las ensaladas preparadas del Erosky y el Opencor, Canal, Parque del Oeste y Casa de Campo y, sobre todo, el 10k de MaPoMa.



El 10k de MaPoMa fue mi primera carrera, aquella que me despertó el gusanillo de la competición y la que me hizo empezar a querer saber más de ritmos, de percentiles y de perfiles para que una carrera se hiciera más o menos fácil. Pero en Madrid corría solo casi siempre y las carreras las hice siempre en solitario por lo que empezaba a cansarme (aquí es donde voy a correr de verdad, porque como sé que lo tengo escrito me da hasta coraje reescribirlo).



Cuando me aburrí un poco de las carreras por mi cuenta, acabé en Pilas de nuevo y me puse a hacerlas con José David. Cuando las populares se me quedaban cortas (antes de lo que parece) pasamos a los duatlones, y al mismo tiempo (mes arriba mes abajo), empecé a jugar al Waterpolo (que en cierto modo me abrió el camino a los deportes de equipo. Y como consecuencia directa allá por abril de este mismo año hice mi primer triatlón (Sevilla). Continué hasta el punto que cuando alguien me pregunta, suelo decir que soy triatleta.



Una nueva etapa de mi vida acaba de empezar pero hay algunas cosas que se mantienen intactas, y una de ellas es mi pasión por el deporte, mi YO deportista.

PD: Los enlaces del final son todos al blog del JD porque como me menciona en sus crónicas y yo no tengo ninguna hecha... pues así le subo un poco las visitas ya de camino.

1 de octubre de 2013

Mi YO religioso: Experimentando con lo inesperado

Llevo mucho tiempo dándole vueltas a este post, de hecho tengo la sensación de haberlo escrito ya varias veces, pero no por ello es menos cierto que allí donde vaya, me encuentro con un grupo enorme de gente con unas inquietudes que abruman de no afrontarlas como se debe hacer, desde dentro.

Aun es un poco pronto para hacer un verdadero juicio de valor pero os voy a poner en situación para que entendáis por dónde van los tiros. Acabo de mudarme a Escocia, 20 días llevo disfrutando de este país, siendo además el primer sitio que no es extrictamente católico, en el que asiento (más o menos) mi vida. Pero no sólo, no es católico, es que la variedad de ramas del cristianismo que aquí confluyen es impresionante.


Hay tantos "tipos" de Iglesias y la gente habla tan bien de "su" Iglesia, que he decidido probar varias "modalidades" antes de emitir un juicio de valor que puede que publique o que se quede en el tintero electrónico de entradas sin terminar. En realidad todos profesamos lo mismo pero en las formas está el detalle. Me siento, y probablemente lo haré siempre, católico pero me gustaría ver lo que me estoy perdiendo antes de decidir desechar el resto de "amadores" de Jesús por el mero hecho de no es la mía.

Hasta ahora he probado una Iglesia Presbiteriana, que no utilizan instrumentos, y una Iglesia Bautista, con proyector y banda de rock. Ambas son MUY diferentes a lo que estoy acostumbrado pero con un sentimiento común cuando he ido: la cercanía, el cariño, la aceptación.


Probablemente la Presbiteriana no está hecha para mí porque a día de hoy no puedo entender una misa sin guitarra, o mejor dicho, no puedo concebir no volver a escuchar una guitarra en misa, pero por ejemplo la Bautista tiene tintes de ser una Iglesia que podría casar muy mucho con mis gustos personales y con lo que yo le pediría a mi religión.