27 de febrero de 2012

Mi Cuaresma IMperfecta


De hecho es tan imperfecta que voy a escribir el "guión" de MI cuaresma 4 días después de haber empezado.

La única forma de conseguir cosas de verdad es proponerte un objetivo y estipular unas pautas para conseguirlo. Es muy bonito lo que se escucha de los sacerdotes o en las catequesis que la cuaresma es para caminar con Jesús en preparación para la fiesta de Su Resurrección. Pero nunca he notado nada especial en la cuaresma más allá de las vestimentas del cura (moradas por cierto) y algún que otro cocido con bacalao en viernes (riquísimo por cierto).

Voy a contaros mi guía para esta cuaresma, con alguna que otra posible variante, por si alguien quiere utilizarlo él mismo:

La cuaresma debe englobar cuatro cosas: ayuno, limosna, oración y penitencia. 

La más fácil, al menos en mi opinión, es la del AYUNO, ya que no se trata no comer nada sino de dejar lo que no sea esencial. En mi caso particular he dejado las bolsas de patatas, fritos, pelotazos, doritos... y el chocolate. He de confesar que el miércoles se me ocurría esto mientras me comía un paquete de pringles paprika.

Otra de las fáciles para mí es la de la LIMOSNA. Siempre he dicho que no doy dinero a los mendigos para que se lo gasten en tabaco o en vino y que a la Iglesia ya le dedico parte de mi tiempo por lo que el dinero, que no es mío propio sino de mis padres, era lo de menos. Pero como es cuaresma, voy a dar una cantidad ridícula, 5 céntimos al día, 35 céntimos en total he entregado el primer domingo de cuaresma. Me parece una cantidad irrisoria que no me supone un esfuerzo económico importante pero que me permite sentir que estoy haciendo las cosas bien (ya dije que era imperfecta ¿no?).

Y pasamos a las arduas empezando por la ORACIÓN. Y es que no es difícil saber que hacer pero si que es complicado cumplirlo. Yo que rezo todas las mañanas de camino al Máster, gracias a los jesuitas y su "rezando voy", me he propuesto pensar en algo que me parezca importante y rezar por ello toda la semana. Cada semana cambiaré el tema así no me cansaré de lo mismo una y otra vez pero a la vez una semana me parece que tiene suficiente fuerza.

La última, y es la última por algo, es la PENITENCIA. Se trata de buscar reconciliarnos con Dios, con nosotros mismos y con los que nos rodean. Durante las noches dedicaré parte de mi oración a mi propia reconciliación, durante las mañanas en el Evangelio pensaré un poco en "Dios en mi vida" y me esforzaré por pensar primero en los demás antes de actuar.

Bueno esta es mi guía con los pasos para conseguir un objetivo claro, que es superar mis tres tentaciones por excelencia que son:
1º Hacer lo que se me apetece. Porque lo que no se me apetece hacer lo voy dejando de lado en post de otras cosas bastante menos productivas o útiles.
2º Pensar que las cosas me pasan o las hago porque "me lo merezco". Y es que como rezo por las mañanas, y corro tres veces en semana, y voy a misa los domingos, me merezco un caprichito o no tener que hacer algo.
3º Porque no es útil. Si no veo un resultado inmediato de lo que hago, me da la sensación que estoy perdiendo el tiempo y dejo de hacerlo (véase limosna).

Creo que con esto estaré un poco más cerca de la reconciliación con Jesús y podré ir con la cabeza un poco más alta a su lado.

PD: Estoy abierto a sugerencias o preguntas de quien quiera seguir mi guión.