4 de abril de 2013

Tiempo para mojarnos

Me apropio de las palabras de una de las hermanas utilizada en otro contexto diferente en la reflexión final pero que me viene de perlas para encabezar este artículo: "Tendremos miles de ocasiones para celebrar como celebra todo el mundo una fiesta, en esta ocasión estábamos ante la ocasión perfecta para no hacerlo", ¡y vaya si no lo hicimos!



Por un lado, afrontar un encuentro con Dios de más de tres días completos, es una experiencia tan profunda como la Pascua, ya es para no tomárselo a la ligera, si además vas a pasarlo con gente con la que en total no los conoces de más de una semana (y a los que tenías la suerte de conocer), la cosa empieza a ponerse seria... y arriesgada... y divertida...

Cerca de 90 horas pasamos juntos unos 25 jóvenes dispuestos a celebrar la Pascua en Sevilla. ¿25 jóvenes en Sevilla celebrando la Semana Santa? ¡Vaya novedad! Pero todo es especial y diferente si está organizado por la hermanas del Santo Ángel. Esto que hemos vivido debería ser celebrar la Semana Santa, celebrar la Pascua, asomándonos lo más posible a lo que vivió Jesús, dándole la importancia que requieren los ritos y compartiendo con personas preocupadas por su fe las dificultades del camino.


Tiempo para mojarte rezaba el lema de este encuentro; aunque bien podría haber sido tiempo para empaparte, o incluso tiempo para ponerte como una sopa, y ninguno de ellos haría alusión a las inclemencias meteorológicas que han asolado una vez más la Semana Santa sevillana. Más bien hace referencia a adorar a la cruz, a beber del cáliz, a acoger las 7 palabras, a especificar una de esas 7 para hacerla tuya y explotarla como compromiso de futuro, a atravesar el desierto venciendo tentaciones de la mano de Jesús... Hace referencia a todo esto y mucho más.



Tiempo para empaparte con las experiencias de un grupo con diferentes edades y niveles, pero con un mismo propósito y una misma fe. Porque 6 de Albacete (bueno 7), 2 de Badajoz, 3 de Madrid, 3 de Palencia, 2 de Gijón (bueno 1 de Gijón y 1 de Soria), 4 de Huelva y 4 de Sevilla parecíamos cuando empezamos una clase de geografía pero se convirtió en una expresión de fe de esas que te dejan con la certeza que cualquier cosa es posible de la mano de Jesús.

Supongo que habrá muchas otras formas de celebrar la Pascua "como Dios manda" pero ésta es, desde luego, una de las mejores.


Gracias de corazón por esta inolvidable experiencia.