17 de julio de 2009

Erasmus 3!

Post dedicado a questi grandi cazzi y a esta esperiencia que solo se puede saber lo que es si lo vives.

Llegué con una maleta cargada de ilusiones y esperanzas dado los comentarios que había escuchado por doquier de cuan divertido y emocionante era eso del Erasmus... iluso de mí, no tenía ni idea.

No creo que NADIE pueda reflejar con palabras lo que he vivido este año, el hecho de escribir estas frases en pasado me crea una sensación un poco triste, pero voy a dar MI reflexión de lo que ha sido para mí la experiencia vivida y las ganas que tengo de que esto esté en mi memoria para siempre.

Para cada persona esta experiencia queda reflejada de una forma diferente y para mí este ha sido el año de cosas muy concretas:

La primera es abrirte a los demás y me explico. Me considero una persona extrovertida, muy extrovertida, pero cuando se trata de mí, de mis propios sentimientos, me cuesta la propia vida expresarlos. Prácticamente sólo en las convivencias (y solo a veces) consigo sentirme seguro para hablar de mi mismo. Sin embargo aquí todo eso a cambiado un poco mucho. Escuchas como gente que has conocido hace escasos meses, si no son semanas, pedirte consejo o simplemente contarte la locura de anoche, pero con una sinceridad más propia de tu familia que de un amigo ocasional para salir de fiesta. He conseguido contar una parte de mi vida, pedir consejos y, como minimo, dar un par de nombres a personas que de verdad he llegado a apreciar.

La segunda es la humildad y me explico. No me tienes que conocer demasiado para saber que tengo un poco (lo suavizo por sentirme bien conmigo mismo) de soberbia, cioè, lo que hago yo lo hago mejor que nadie y soy el mejor en todo lo que hago. Aquí siempre había alguién que me superaba, con creces, en todo, o prácticamente todo, lo que hago. Si sé inglés hay portugueses, alemanes, austriacos, belgas... que hablan un inglés perfecto y que me da vergüenza hablar en inglés porque ellos saben más; si he viajado bastante, hay algunos/as que se han recorrido medio mundo, por no decir que entero, y encima se han pegado todo el año viajando.

Pero esto son solo dos reflexiones que tengo a las tantas de la mañana el día de una despedida seguida de otra, otra y otra más. Esto se ha acabado y me resigno a cerrar mi maleta vacía de ilusiones pero cargada de recuerdos. Si mi situación me lo permite, mantendré una relación caliente con media España, un trocito de Italia y algunos puntos salteados por Europa, pero de momento me conformaré con una relación digital.

Aquí no vives, convives; aquí no duermes, sueñas; aquí no luchas, consigues.
Por todos esos que serán siempre mi gente Erasmus... Os quiero chicos... Soy unos grandes!